Por Sandra Naranjo Bautista

Los políticos y los funcionarios públicos piensan de manera diferente. Esto parece obvio, pero comprender cómo por qué sus puntos de vista y prioridades son distintos es crucial para mejorar la implementación de políticas y proyectos. En este blog, usaré el ejemplo de la reconstrucción de viviendas, después del terremoto de Ecuador en 2016, para resaltar estas dos perspectivas.

 Por qué es importante

La falta de conciencia de los políticos sobre la perspectiva del servidor público, y viceversa, amenaza el alcance de los objetivos de desarrollo. Hay una fantástica charla (en inglés) en Ted Talks por Chimamanda Ngozi Adichie, el peligro de una sola historia , que me recuerda de este desafío . En su charla, la novelista Adichie advierte que, si solo escuchamos una sola historia sobre una persona o un país, corremos el riesgo de un malentendido crítico. Lo mismo ocurre con las políticas públicas.

La simultánea alineación y distancia que hay entre la visión de ministros y funcionarios públicos es fascinante, pero también preocupante. A veces se siente como si hubiera un divorcio entre los dos partes, en el que cada uno tiene una parte de la verdad. Inicialmente pensé que esto pasaba en países como Ecuador, con débil capacidad institucional. De mi trabajo con diferentes países alrededor del mundo, la brecha parece ser real en todas partes.

Países como el Reino Unido reconocen que la esencia de una política pública efectiva es una buena relación entre ministros y funcionarios públicos. Es interesante que incluso en un país que tiene instituciones más fuertes que la mayoría, si no todos, los países en desarrollo, todavía siente la falta de alineación entre la política (politics) y las políticas públicas (policy). Es una lucha constante. La siguiente tabla destaca algunas de las diferencias clave entre estas dos perspectivas:

Navegando la implementación en el sector público

En un reciente blog compartí cinco secretos para la implementación efectiva de proyectos de políticas efectivas (Descarga la guía completa aquí). En este artículo voy a mostrarte como utilizo cuatro de los cinco consejos desde las dos perspectivas: ministros y funcionarios públicos .

1. Define a donde quieres ir

Después del terremoto en 2016, la prioridad del gobierno ecuatoriano fue asegurar que todas las familias que perdieron su vivienda puedan acceder a una lo antes posible. Era un hito importante para el país, pues era necesario para poder cerrar todos los albergues temporales que se instalaron después del desastre. Para lograr este objetivo, el gobierno planificó construir 4.000 casas nuevas para las familias que habían visto destruidas sus casas por el terremoto. Los funcionarios y los ministros compartían el mismo objetivo, pero con un sentido de urgencia diferente. En ese momento yo estaba encargada de la Vicepresidencia y era mi prioridad número uno.

Si bien políticos y funcionarios públicos compartían el objetivo final, nuestra urgencia era muy diferente. El tiempo para los que fuimos designados políticamente era corto. Había cambio de gobierno en cinco meses. De hecho, estábamos en medio de elecciones. Esto solo agregó más presión para obtener resultados. Si bien los funcionarios compartían el objetivo, su horizonte temporal era más largo.

2. Decide cómo vas a llegar

Usando la pirámide de políticas públicas :

Figura 1: Pirámide de políticas públicas

Técnicamente correcto

Ambas partes acordaron las mejores opciones para construir las casas lo más rápido posible. Esto incluía el tipo de material construcción, servicios, etc.

Administrativamente posible

El programa de reconstrucción de vivienda era administrativamente factible en términos económicos, administrativos y logísticos.

Desde el punto de vista del político, todo estaba en su lugar. En teoría, no había ninguna razón por la cual las casas no podían terminar en cinco meses. En la práctica, no éramos nosotros los encargados directos de cuestiones administrativas. Desde la perspectiva de los funcionarios públicos, por otro lado, esta era su mayor carga. Tener todo listo, en el menor tiempo posible, ejerció mucha presión sobre ellos y los sistemas dentro del gobierno.

Políticamente viable

 Las perspectivas de los funcionarios públicos y los políticos no fueron necesariamente opuestas, pero ciertamente diferentes. Desde la perspectiva de los políticos, lo que estaba en juego era mucho mayor. Esta era nuestra mayor carga.

Sabíamos que si las casas no se terminaban antes de la transición del gobierno, podría haber problemas. Los proyectos podían retrasarse, si no parar completamente, hasta que la nueva administración esté establecida y tenga confianza de continuar. Eso podría llevar meses, dejando a las personas sin vivienda permanente durante más de un año después del desastre.

La gente confiaba en nosotros, no podíamos fallarles. Recuerdo que en una de mis visitas semanales a los albergues y sitios de construcción de vivienda una mujer agarró mi mano y dijo: “¡Por favor, ayúdenos! No dudo que mi Presidente me dará mi casa … Pero no estoy segura de la voluntad de otros. No nos abandonen”. Saber que la esperanza de personas que lo perdieron todo en un terremoto está en tus manos es una responsabilidad muy grande, una carga muy pesada. Pero, esa es la razón por la que decidí trabajar en el sector público, así que valía la pena.

3. Monitorea tu progreso

El seguimiento fue una parte importante de nuestro éxito en la reconstrucción de viviendas. Cuando el presidente confió en mí como Vicepresidenta Encargada me dijo: ‘ Tiene que aprender a usar el poder. Use su autoridad para asegurarse de que esas casas se construyan a tiempo. ¡La gente confía en nosotros, no podemos fallarles!’ Todavía recuerdo sus palabras. Los resultados del desarrollo de un país dependen de cómo se utilice el poder. Ya sea para servir intereses de los ciudadanos o los de las élites. Creo que lo primero puede ser transformador y crear iguales y mejores oportunidades para todos.

Utilicé mi autoridad formal para crear una poderosa sinergia entre los políticos -otros ministros y yo- y los funcionarios públicos para lograr nuestro objetivo. Personalmente visité todos los sitios de construcción semanalmente para evaluar el progreso y tomar las medidas necesarias en caso de problemas. Inicialmente, los constructores pensaban que lo hacía con el entusiasmo de los principiantes. Pronto se dieron cuenta que iba en serio. Además, implementé un software y un equipo para realizar el seguimiento correctamente. Usé mi autoridad formal para aprovechar las capacidades de los funcionarios públicos. Se sintieron empoderados porque yo los estaba respaldando. Juntos nos aseguramos de que se construyeran las casas y que todos los albergues temporales se cerraran antes de que finalizara el mandato del gobierno.

4. Cambia cuando sea necesario

La capacidad de adaptación dependerá de que perspectiva se mire. Si eres un político, eres el tomador de decisiones. Tienes la autoridad para hacer cambios y ajustes. Si eres un funcionario público eso no siempre es posible. Debes seguir procedimientos y poner en marcha las decisiones tomadas.

La comunicación entre funcionarios y políticos es esencial para la implementación de proyectos. Es fundamental que los políticos comuniquen claramente a los funcionarios públicos cuáles son los objetivos. Más aún, es necesario tener un canal de comunicación con quienes implementan los proyectos. Escuchar sus comentarios, puntos de vista y sugerencias; entender cuáles son sus restricciones. En el caso del terremoto, tener información desde el territorio, a través de los equipos locales, fue clave para la toma de decisiones.

Ideas finales

La formulación e implementación de políticas eficaces y efectivas requiere la combinación adecuada de tecnocracia y política. Ambas perspectivas son importantes y complementarias. Cualquiera que sea tu rol, piensa cómo se podría alinear estas dos perspectivas para un bien mayor.


Este artículo es parte de una mini-serie sobre respuesta pública en momentos de crisis. Este segundo blog habla sobre la reconstrucción de viviendas. El primer blog analiza las lecciones aprendidas de la respuesta de Ecuador al terremoto y el tercero tiene consejos para mejorar la comunicación durante una crisis.