Por Sandra Naranjo Bautista

El sector público tiene una estructura jerárquica que puede resultar intimidante. Sin embargo, no es necesario que tomes las decisiones para contribuir a los resultados positivos de las políticas públicas y generar un impacto. Este blog te brinda tres pasos prácticos para organizar tus ideas e identificar la mejor manera de impulsarlas. 

Tu experiencia es necesaria

Trabajo en el sector público desde hace casi 15 años. He visto a muchos servidores públicos brillantes, con ideas fantásticas que no fueron compartidas porque pensaban que no estaban lo suficientemente altos en la jerarquía. O quizás, tenían miedo de hablar. ¿Síndrome del impostor, tal vez?

¿Quién pierde cuando no compartes tus ideas? ¡El país y tú! Es como cuando intentas armar un rompecabezas y falta una pieza. Nunca estará completo. 

Mi intención con este artículo es motivarte a hablar, impulsar tus ideas y lograr el impacto que siempre has sabido que puedes tener.

Cómo empezar

1. Se claro sobre lo que quieres compartir y por qué

Si eres un funcionario público emprendedor, es muy probable que lleves mucho tiempo pensando en este tema que te apasiona. Puede ser un tema que te interese o un área de tu trabajo que entiendas bien y quieras mejorar.

El primer paso es tener claro cuál es el tema en el que deseas enfocarte y por qué es importante.

La razón por la que comenzamos con este paso es que debes tener confianza en lo que tienes que compartir. Cuando empieces a dudas, sabes que hay algo más grande que tú, una causa por la que vale la pena luchar, y que se convertirá en tu escudo de combate.

2. Identifica los detalles del problema que estás tratando de resolver y la solución

Has identificado el qué y el por qué del problema que deseas compartir. Ahora, profundicemos en la sustancia. Tres preguntas pueden ayudarte a entender el problema mejor:

  1. ¿Por qué es esto un problema? En otras palabras, cuál es el riesgo de inacción. Puede aplicar la técnica de los 5 por qué.
  2. ¿Para quién es importante este problema? Piense en los afectados, directa e indirectamente. 
  3. ¿Por qué es importante para ellos? Otra forma de pensarlo es lo que está en juego.

La siguiente fase es explicar cuál sería una solución a ese problema y cómo se puede implementar. Cuantos más detalles y estructura puedas dar, mejor. Recuerde, debes dejarlo tan claro y obvio que sea difícil decir que no.

3. Planifica tu estrategia

Hay tres aspectos a considerar:

Gente

Identifica las partes interesadas que son relevantes para tu tema de interés. Para todos ellos, es necesario tener claro sus intereses en el tema y el poder que tienen para afectarlo. Esencialmente, deseas tener claro a quién necesitas y a quién no necesitas para impulsar tu idea.

Si puedes identificar posibles objeciones o preocupaciones para cada parte interesada, te ayudará a anticipar tus acciones y respuestas.

Secuencia

Intenta identificar acciones que te ayudarán a obtener apoyo, generar impulso o fortalecer tu propuesta. La forma en que secuencias tus acciones influirá en el resultado.

Recuerda, hablar directamente con un tomador de decisiones no siempre es la mejor opción. A veces es necesario convencer a algunas personas antes.

Momento

El momento de tu propuesta es tan importante como la propuesta en sí. Una forma de pensar en esto es saber por qué este tema es relevante ahora. Podrías resaltar su relevancia o mostrar la oportunidad o los beneficios de hacerlo ahora. También puedes agregarlo como parte de una agenda más amplia.   

Comparte tus ideas

Si buscas maneras de contribuir a resultados positivos sin ser el responsable de la toma de decisiones, probablemente se deba a que tienes algo valioso que compartir. 

Pero, debes ser arriesgarte, hablar y avanzar tus ideas. Empieza con un tema que te apasione. Identifica por qué es importante, qué problema aborda y cómo tu idea puede ayudar a resolverlo. Luego, planifica tu estrategia y toma acción. No te rindas antes de intentarlo. 

Una versión de este blog es publicó primero en inglés en bettergovs.org