Por Sandra Naranjo Bautista
Las organizaciones del sector público requieren una buena gestión. Si bien El coach de Silicon Valley (Trillion Dollar Coach) no es necesariamente un libro de lectura obligada en administración pública, definitivamente es valioso y probablemente debería agregarse a la lista. Este libro fue escrito por los líderes de Google, Eric Schmidt, Jonathan Rosenberg, y Alan Eagle. El libro trata sobre las lecciones de gerenciales y de liderazgo de Bill Campbell, el ejecutivo de negocios y entrenador de algunas de las mentes más brillantes e influyentes de Silicon Valley. En este blog comparto tres lecciones que aprendí leyéndolo y cómo se puede aplicar en el sector público.
Breve resumen
Bill Campbell fue un jugador de fútbol americano y entrenador, que se convirtió en un extraordinario ejecutivo de negocios. También fue mentor de visionarios como Steve Jobs de Apple y Larry Page y Eric Schmidt de Google. Campbell, conocido como ‘el Coach’, ayudó a construir algunas de las empresas más importantes de Silicon Valley, incluidas Google, Apple e Intuit, y a generar más de un billón de dólares en valor de mercado. Según los autores, Campbell no solo fue un genio empresarial y un gran mentor, sino un extraordinario ser humano.
El Coach dejó un legado de empresas en crecimiento, personas exitosas, respeto, amistad y amor después de su muerte en 2016. Este libro es el tributo de los autores a su mentor. El libro se basa en entrevistas con más de 80 personas que conocieron y amaron a Bill Campbell, junto con la experiencia personal de los autores con él. El coach de Silicon Valley explica los principios de Campbell y los ilustra con historias de las personas y empresas con las que trabajó. Estas valiosas lecciones también se aplican al sector público. Estas son mis tres conclusiones.
Las personas son la base del éxito de cualquier organización.
Se trata de la gente. En el libro, puedes ver esto como un denominador común en todos los capítulos. El mismo principio se aplica a las organizaciones del sector público. Campbell creía que los gerentes crean este entorno a través de: i) apoyo, brindando a las personas las herramientas, la información, la capacitación y el entrenamiento necesarios para tener éxito; ii) respeto, siendo sensibles a la carrera y objetivos únicos de las personas; y iii) confianza, saber que las personas quieren hacer el bien y creer que lo harán.
La primera prioridad de cualquier gerente debe ser el bienestar y el éxito de su gente. El Coach siempre dijo que ‘para preocuparte por la gente, tienes que preocuparte por la gente ‘. Según los autores tenía una forma natural y auténtica de hacerlo. Dicen que nadie podía ser como Bill Campbell, pero que les enseñó a ‘prácticar amar a sus compañeros hasta que se vuelve natural’. Hablar con ellos, conocerlos, sus familias, sus intereses. Cuando las cosas se ponen difíciles, estar ahí, presente. Siempre tómate el tiempo para construir una comunidad dentro y fuera del trabajo. Campbell argumentaba que no se puede separar a la persona del trabajador. Si bien el amor no es una palabra común en los libros de negocios, fue parte del secreto del éxito de Campbell.
El equipo correcto solucionará cualquier problema
Consigue el equipo correcto y solucionarás el problema. ‘Resuelve el equipo, no el problema’. Para Campbell, un equipo con las habilidades y capacidades necesarias encontrará una solución a cualquier problema. El Coach confiaba en su gente y les permitía sobresalir en lo que eran buenos. Parte de formar un buen equipo es conocer a bien a los jugadores, sus fortalezas y debilidades. Los ejecutivos exitosos deben aprender cómo contratar a personas excelentes, cómo evaluarlas y darles retroalimentación, y recompensarlos bien.
Elige a los jugadores adecuados. Contrata a personas más inteligentes que tú. Tienen que ser mejores que tú para el rol que están ejerciendo. Me pareció fascinante que cuando estaba entrevistando a alguien, no les preguntaba qué hicieron en un puesto anterior, sino por qué. Le interesaba entender cómo un candidato a un puesto abordaba los problemas. Bill tenía una lista de las cualidades que convierten a una persona en un buen jugador, en un buen miembro del equipo. Tienen que ser inteligentes, pero también buenas personas. Trabajar duro, tener una gran integridad y determinación, a lo que se refirió como tener la pasión y la perseverancia para levantarse e intentar nuevamente después de ser noqueado. Además, tienen que tener la capacidad de aprender rápido, ser empático y tener una actitud de mi equipo primero. Cuando se contrata a alguien, hay que considerar cómo esto va a afectar a la composición del equipo existente.
La relación entre compañeros es fundamental para que una organización prospere. Los autores mencionan diferentes estrategias que el Coach utilizaba para lograr este objetivo. Por ejemplo, solía poner a personas en pareja para resolver un problema, así fomentaba la colaboración entre miembros del equipo. En las reuniones 1 a 1 una de las preguntas rutinarias era cómo van las cosas con tus compañeros. Campbell siempre enfatizaba que lo que tus compañeros piensan de ti es más importante que lo que piensan tus jefes. En caso de conflicto, el Coach dejaba que las dos personas más involucradas en el tema decidan la mejor solución. Si no había acuerdo, el jefe debía ser quien tome la decisión. Para Campbell, “obtener la respuesta correcta es importante, pero que todo el equipo llegue allí es igual de importante”.
Un líder tiene una visión más grande que ellos mismos
‘Sé un gran gerente, tu gente te convertirá en un líder. Ellos deciden eso, no tú’, decía Campbell. El rol de un gerente es asegurarse de tener un plan operativo sólido para acompañar la estrategia. Me encantó su pasión por la excelencia y por alcanzar resultados. Campbell fomentó una cultura en la que no se toleraría nada menos que la excelencia operativa. “El liderazgo no se trata de ti, se trata de servir a algo más grande: la organización, el equipo.” Esto es aún más importante en el sector público. El liderazgo en el sector público siempre se trata de algo más grande: el bienestar de los ciudadanos.
Para ser un buen gerente hay que ser un buen entrenador. Para Campbell, lo más importante que hace un gerente es ayudar a las personas a ser más eficaces, a crecer y desarrollarse. En otras palabras, ayudarlos a ser una mejor versión de ellos mismos. ‘Cree en tu gente más de lo que ellos creen en sí mismos. Empújalos a ser valientes’. Para los autores, Campbell era la representación del ‘amor duro’. El Coach siempre daba una retroalimentación honesta y auténtica, manteniendo el respeto y la lealtad de las personas en el proceso. Campbell recomendaba escuchar activamente y participar genuinamente en las conversaciones. El poder de un coach es la capacidad de ofrecer una perspectiva diferente, una que no está afectada por ser parte del juego.
¿Todo esto se aplica al sector público?
Obviamente, no todos los consejos del libro son transferibles al sector público. Es más difícil administrar un entorno en el que no tienes control absoluto. Las organizaciones públicas están reguladas por responsabilidades y procedimientos que podrían limitar su capacidad de adaptación e innovación. Sin embargo, se aplican los principios que hicieron que el Coach tuviera éxito. Incluso si siente que no puede cambiar toda la organización, puedes comenzar con tu propio equipo. Sí, aunque sea pequeño.
Recomiendo leer el libro. En este artículo compartí algunos consejos excelentes sobre cómo mejorar el desempeño de un equipo y administrar con éxito una organización. Algo que me encantaría ver en el sector público, por ejemplo, son los programas de coaching para gerentes de nivel medio y superior para ayudarlos a alcanzar su potencial y mejorar su desempeño. Mientras leía el libro, me imaginaba el impacto que podría tener alguien como Campbell si fuera el mentor de altos funcionarios públicos.
Una versión de este blog es publicó primero en inglés en bettergovs.org
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