Blog invitado por Matt Andrews
Al reflexionar sobre cómo ocurre el cambio en desarrollo, me vienen a la mente cinco temas.
Los momentos importan
La primera es simple, pero es una de las observaciones más importantes que hago continuamente cuando veo cambios exitosos que fomentan mejores resultados de gobierno y desarrollo: los momentos importan.
Los ‘eventos de cambio’ ocurren cuando los contextos están listos para el cambio. Eso es cuando:
- hay una disrupción que obliga a las personas a aceptar el cambio,
- se están cuestionando las estructuras existentes,
- existen alternativas viables que la población local está dispuesta a probar, y
- el peso de la agencia cambia de viejas y desacreditadas formas a la búsqueda de nuevas formas (que pueden no haber sido probadas pero prometen mejores soluciones a problemas urgentes).
Curiosamente, encuentro que estos momentos no siempre son producto de una sincronización afortunada. De hecho, generalmente veo años de actividad y compromiso antes de cualquier ‘momento’ que parezca generar un cambio.
Deberíamos dedicar más tiempo que el que tomamos en la actualidad para prepararnos para los momentos. Los momentos de preparación son más importantes que las soluciones de desarrollo que intentamos introducir en contextos que no están preparados para el cambio.
El desorden importa
Los países en desarrollo deben usar el desorden para salir adelante si quieren mejorar la gobernanza. No hay respuestas rápidas al complejo desafío de la reforma en gobernanza.
Mucha gente en la comunidad de desarrollo me dice que está de acuerdo con la idea de ‘introducir el desorden (muddling)’ (conceptualmente), pero no ven cómo se puede hacer en los países en desarrollo o en los gobiernos donde los políticos están buscando soluciones y quieren las soluciones ‘ayer’.
Sigo diciéndoles a estas personas que el embrollo intencional es común y necesario, y en lugar de decir ‘no es posible’, deberíamos explorar las estrategias que otros han adoptado para hacerlo posible (y convertirlo en parte del ADN de algunas organizaciones).
Lo mundano importa en desarrollo.
Lo que quiero decir es simplemente que los eventos, las presiones, las relaciones, las actividades cotidianas, aburridas y que se dan por sentadas, tienen una gran influencia en las perspectivas de cambio y desarrollo. Creemos que estas cosas son ordinarias, banales y no importan. Pero en realidad, dominan el tiempo y la actividad, y son la clave para ‘hacer las cosas’ y para las perspectivas de cambio y desarrollo.
Si los procesos y las presiones mundanas no fomentan una actividad eficiente, es probable que las organizaciones sean ineficientes; habrá muchas reuniones y personas que responderán correos electrónicos y escribirán documentos, completarán hojas de asistencia y realizarán actividades de debida diligencia, pero estas actividades mundanas no fomentarán resultados efectivos. De manera similar, si lo mundano no apoya el cambio, entonces el cambio y el desarrollo no sucederán: la gente asistirá a las reuniones, pero no continuará con nuevas actividades porque lo mundano ya habla por su tiempo.
Múltiples hombres y mujeres importan.
En mi experiencia, el desarrollo y la reforma en gobernanza se refieren a las personas, no como objetivos de cambio, sino como agentes de cambio.
Esta no es una observación sorprendente, pero es importante, especialmente cuando se considera la poca atención que las iniciativas de desarrollo suelen prestar a los hombres y mujeres que tienen que arriesgarse, adaptarse y trabajar para que el cambio suceda y asegurar que el cambio sea sostenido.
Las iniciativas de desarrollo tienden a enfatizar las ideas y el dinero mucho más que las personas, a pesar de que son estas últimas las que realmente generan ideas, dan forma a las ideas según los contextos y usan los recursos para promover el cambio.
Cuando se tiene en cuenta a las personas en las iniciativas de desarrollo, a menudo se hace con un foco estrecho de ‘campeones’ o ‘héroes’. Esa no es la imagen que considero relevante en la investigación y el trabajo aplicado en el que he estado involucrado.
Este trabajo me muestra que el desarrollo y el cambio requieren múltiples funciones o roles: necesitamos a alguien que identifique los problemas, alguien que identifique las soluciones, alguien que proporcione dinero, alguien que autorice las actividades de cambio, alguien que motive e inspire, alguien que conecte a los agentes distribuidos, alguien para convocar a grupos más pequeños, alguien que proporcione recursos clave además del dinero, y alguien que pueda dar una perspectiva de implementación (de las implicaciones del cambio propuesto).
Movilizadores para el desarrollo
Estas son las personas que unen a varios hombres y mujeres, los alientan a trabajar más allá de lo mundano, se confunden intencionalmente y aprovechan o crean momentos para el cambio.
Son personas que convocan a pequeños grupos de agentes clave necesarios para desempeñar roles específicos (a menudo en equipos o en pequeños grupos de autorización), o que conectan a los agentes distribuidos entre sí (para que los agentes ni siquiera necesiten interactuar directamente), o que motivan a las personas a través de las redes.
Estos movilizadores son la clave para un liderazgo eficaz, si me preguntas, porque reúnen todos los diferentes roles funcionales.
Este blog es un resumen de una serie original de cinco blogs, uno para cada M, publicado por Building State Capability Blog . He vinculado cada sección al blog original y también puede acceder a ellos aquí.
Una versión de este blog es publicó primero en inglés en bettergovs.org
Foto de Javier Allegue Barros en Unsplash