Por Sandra Naranjo Bautista
La única constante en nuestra vida es el cambio. Pero cuando se trata del gobierno, un cambio de gobierno radical puede ser perjudicial.
Es un año electoral para América Latina. 9 países celebran elecciones este año, incluidas 5 elecciones presidenciales en Chile, Ecuador, Honduras, Nicaragua y Perú. Si has estado en un cambio de gobierno, sabes que puede ser un período desafiante para los servidores públicos que se encuentran atrapados en el medio. Esta es una breve reflexión sobre la transición de gobierno y la planificación a largo plazo.
Si te preguntas ¿cómo se relaciona esto conmigo? Pues bien, los servidores públicos son los guardianes de las instituciones del Estado y juegan un papel fundamental, particularmente en las transiciones y cambio radical de gobierno.
La ausencia de una visión de largo plazo tiene costo
La capacidad de América Latina para planificar a largo plazo ha sido débil. Mientras seguimos hablando de la década latinoamericana, Asia está pensando en cómo alcanzar el máximo potencial del “siglo asiático”.
A modo de ejemplo, en América Latina los Escenarios Futuros son a 2030 , mientras que en Asia son a 2050. En el estudio de Asia, curiosamente el escenario pesimista es seguir el camino de América Latina de los últimos 30 años, la trampa del ingreso medio. El contraste de la visión, y la ambición, de las dos regiones se ha traducido en grandes diferencias en productividad y crecimiento.
Si bien ha habido un avance notable en América Latina en el establecimiento de visiones a largo plazo, la calidad del proceso de planificación aún es débil. La capacidad institucional pública en estudios prospectivos es ausente y aún falta una conexión entre los planes de mediano y corto plazo. Según la CEPAL solo un tercio de los países latinoamericanos cuentan con un documento de planificación a largo plazo y solo Uruguay por 20 años (Ver tabla).
| País | Mediano Plazo | Largo Plazo |
|---|---|---|
| Argentina | 2023 | |
| Bolivia | 2020 | 2025 |
| Brasil | 2023 | |
| Chile | 2022 | |
| Colombia | 2022 | |
| Costa Rica | 2022 | |
| Cuba | En curso | |
| República Dominicana | 2030 | |
| Ecuador | 2021 | |
| El Salvador | 2024 | |
| Guatemala | 2032 | |
| Haití | 2030 | |
| Honduras | 2022 | 2038 |
| México | 2024 | |
| Nicaragua | 2021 | |
| Panamá | 2024 | 2030 |
| Paraguay | 2030 | |
| Perú | 2021 | Solo visión a 2050 |
| Uruguay | 2050 | |
| Venezuela | 2025 |
Según el BID , incluso para aquellos países que tienen un plan de largo plazo, no hay garantía de su continuidad de un gobierno a otro y no existen mecanismos para financiar proyectos más allá de un solo mandato de gobierno.
Políticas estatales vs. políticas gubernamentales
Una visión a largo plazo es un activo intangible para un país. Establece la visión de la nación, independientemente del gobierno de turno. Resume el objetivo hacia el que se encamina el país. Las políticas estatales van más allá de un gobierno. Mecanismos como los Objetivos de Desarrollo Sostenibles buscan generar un acuerdo mínimo de desarrollo en todo el mundo.
Las políticas gubernamentales en cambio tienen un horizonte de mediano plazo ligado a la duración del mandato de gobierno. Si hubiera una visión de país, las políticas gubernamentales explicarían cómo un gobierno en particular quiere lograr esos objetivos a largo plazo. En una democracia, cuando la gente vota por un gobierno, también está votando por un plan de desarrollo particular para el país.
El problema en América Latina es que las políticas no son más largas que el mandato de un gobierno, mientras que los desafíos del desarrollo sí lo son. Las complicaciones se exacerban con arreglos institucionales débiles donde la necesidad de “romper con el pasado” también puede significar romper cualquier progreso pasado y hacer un cambio de gobierno también puede implicar revertir procesos relevantes.
La extensión del horizonte de planificación requiere pragmatismo y superar cualquier ideología en favor de un futuro mejor para el país y sus ciudadanos. Es un pacto por el país, donde se alinean sector público y privado, con aportes de la academia, organizaciones no gubernamentales y ciudadanos. Con suerte la pandemia abrirá la posibilidad de un futuro mejor en la región y el mundo.
Los funcionarios públicos, corazón y alma de las instituciones públicas, pueden contribuir
Los funcionarios públicos son el corazón y el alma de las instituciones públicas. En un blog reciente, Lea Giménez habló sobre cómo las instituciones sólidas son la piedra angular de las políticas públicas. En el centro de cualquier organización pública están funcionarios comprometidos que pueden hacer mucho, incluso cuando las probabilidades parecen estar contra ellos. Gente como tú.
La mayoría de los servidores públicos se consideran a sí mismos como profesionales políticamente neutrales, capaces de servir a cualquier gobierno independientemente del alineamiento con sus preferencias personales. Además, su horizonte temporal es generalmente más largo. Sin embargo, los cambios de gobierno traen la tentación de cambiarlo todo, lo que solo debilita aún más las instituciones.
Un pequeño paso para ayudar a conservar la memoria institucional de una organización después de un cambio de gobierno
Si bien es imposible controlar como un nuevo gobierno manejará su ruptura con el pasado, ya sea avanzando o rompiéndolo todo, hay una acción concreta que puedes tomar hoy. No solucionará los desafíos institucionales, pero podría ayudar a crear un efecto de bola de nieve positivo.
Los funcionarios públicos son la memoria institucional de una organización. Cuando una persona se va, la historia se va con ellos. Tienes más en tu poder de lo que crees. De hecho, para los países con una capacidad institucional débil, esa podría ser la única forma de aprovechar las lecciones de las políticas pasadas para avanzar.
¡Vamos a rescatar esa memoria!
Piensa en un tema importante en tu área. Empieza por escribir un resumen de cuál es el problema y por qué es importante. Trata de enumerar las acciones que se han tomado para abordar ese problema, cuándo se tomaron, cuáles fueron las motivaciones y suposiciones adoptadas y cuál es el estado actual. Si funcionó, qué impactó el éxito; si no fuera así, qué se podría haber hecho mejor, más rápido. Si es un tema en el que has estado trabajando durante un tiempo, seguro que tienes ideas, propuestas de cómo mejorarlo. Escríbelas. Idealmente podría ser una o dos páginas con la información principal.
Ahora, imagina por un momento … Si lo haces tú, y otros en tu área y luego es compilado por el jefe del departamento, y así sucesivamente. Podría ser una forma de tener un archivo vivo de los principales problemas de la organización. Sería difícil rechazar algo tan valioso como eso si fueras la nueva cabeza de una organización.
Sé que tener un documento así no garantiza que va a ser utilizado, pero al menos ayuda a preservar la memoria de la institución. Un día será útil. ¡Haz tu parte!
Avanzando paso a paso
Lamentablemente, América Latina ha vivido las consecuencias de la falta de planificación a largo plazo. El predominio de políticas gubernamentales en lugar de políticas estatales que persistan independientemente de la ideología del gobierno de turno. Construir esa agenda de largo plazo requiere un pragmatismo no ideológico a favor del bien común. La transición a las políticas estatales no sucederá de la noche a la mañana. Sin embargo, los servidores públicos, como el corazón y el alma de las instituciones públicas, pueden dar un pequeño paso para mejorarlo. Intenta documentar el tema más importante de tu área con la esperanza de que ayude a transferir políticas, o al menos conocimiento, de un gobierno a otro.
Una versión de este blog es publicó primero en inglés en bettergovs.org
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