Por Sandra Naranjo Bautista
Hacer que las cosas pasen en el sector público requiere un alto nivel de coordinación. Existe interdependencia con otras agencias y con otros equipos. Los desacuerdos entre equipos obstaculizan la implementación y, a veces, pueden dañar el éxito de la implementación del proyecto. ¿Cómo manejar conflictos?
Una historia corta
Cuando era ministra, uno de los conflictos comunes que existía era entre los equipos que implementaban los proyectos y los encargados de la parte administrativa. Básicamente, el primer grupo quería ir lo más rápido posible y el segundo estaba frenando para asegurarse de que todos los procesos cumplieran con la ley. Ambos son imprescindibles. Hacer todo bien y lo más rápido posible.
Una vez, los desacuerdos fueron tales que estaban afectando el cumplimiento de las fechas de entrega. La única forma de entender lo que realmente estaba sucediendo era tener a todos en la misma sala. Al principio, nadie estaba particularmente interesado, pero lo hicimos funcionar. Después de dos horas, encontramos un proceso que tomaba en cuenta las preocupaciones, válidas, de ambas partes.
Como dice la gente, cuando se quiere se puede. Hay tres lecciones de esa historia que quería compartirte.
Enfócate en la meta
“Si quieres construir un barco, no apresures a los hombres para que recojan leña, dividan el trabajo y den órdenes. En cambio, enséñeles a anhelar el vasto e interminable mar.” Antoine de Saint- Exupéry
Una de las conclusiones más importantes de nuestras dos horas de ‘tortura’ fue centrarnos en nuestros objetivos comunes. Tener los ojos puestos en la meta, y no en una situación particular, ayuda a reducir las tensiones personales y manejar conflictos efectivamente. Otro truco para eso es referirse a la acción que es incorrecta, o diferente de lo que esperabas, y no a la persona que está realizando la acción.
Encuentra a tu gente
Piensa en las personas que necesitas dentro y fuera del ‘bus de implementación’. En otras palabras, piensa en quiénes son las personas que necesitas para lograr ese objetivo y cómo pueden trabajar juntos para lograrlo. He aprendido lo poderoso que es comprender los intereses de la otra parte y articular por qué deberían preocuparse por tu problema en particular.
Escucha más y preocúpate menos de tener la razón
Nuestra sesión de dos horas tenía un objetivo muy específico. Quería que se escucharan entre sí y entendieran por qué estaban tomando ciertas acciones. Al hacerlo, se dieron cuenta de que ambos equipos querían lo mismo, estaban comprometidos a un objetivo más grande. Además, en cierto modo, estaban cuidando los intereses de su contraparte. La clave es ir más allá de demostrar que tienes razón para definir cómo hacer que las cosas funcionen.
En mi carrera profesional, aprendí que crear un espacio donde las personas puedan escuchar las perspectivas de los demás es esencial para mejorar la gestión y manejar conflictos internos. Si sabes lo que quiere la otra parte y por qué, es más fácil encontrar puntos de convergencia.
Sé que lo sabes, pero siempre es bueno recordarlo. Cuando trabajas para el sector público, siempre hay algo más en juego, la posibilidad de mejorar la vida de las personas. Ningún conflicto puede estar por encima de ese objetivo.
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Foto de Charl Folscher en Unsplash